Maribel Cervan, volver a casa para conseguir el equilibrio

Durante nuestra visita a Moray conocimos a Maribel, que cuenta con  una valiosa formación en hospitalidad. Salió de Cusco para viajar por el mundo, trabajando en cruceros, y volvió a casa después de ver afectadas su salud física y mental.

Actualmente trabaja en MIL como guía de las experiencias inmersivas y mantiene su  hogar mientras su esposo se encarga del cuidado del hijo que tienen. Ella nos acompañó en nuestra ruta con las Warmi.

Maribel Cervan Olayunca es marasina -de Maras, lugar famoso por la sal que de ahí se extrae-, nació y creció en una familia de habla quechua, aprendió castellano fuera de su hogar y estudió inglés como parte de su formación  profesional. Por eso se define como "trilingüe".

En MIL es conectora de las dos experiencias inmersivas que se ofrecen en sus alrededores: la ruta Warmi, en la comunidad de Kacllaraccay, y la  Botánica.

También es miembro del equipo de servicio en sala o FOH -Front of House, Frente de la Casa, en su traducción al español- que en un restaurante se refiere a las áreas del establecimiento visibles y accesibles para los clientes.


"Regresar a casa ha sido una pausa positiva en la que ha encontrado la calma: Estar en el  extranjero me ayudó a comprender y valorar lo que tengo aquí. Yo crecí entre estas comunidades vecinas a Mil Centro, soy cercana a ellas desde siempre, mi familia también. De hecho, fueron mis abuelos los que me  enseñaron a hablar  quechua. 


No hubiera podido entender de dónde vengo de no haber salido de mi país.  Experimentar diversas realidades y compartir con diferentes culturas me enseñó a darle importancia a la mía, la andina. Y aquí encontré a MIL Centro.


Poder transmitir todo esto a quienes   nos visitan para que puedan conocer un poco más de nuestra cultura milenaria y de nuestro día a día, es sumamente  importante para mí”.

- ¿Cómo se logra el balance entre MIL y el hogar?
-Maternar y criar a mi bebé en un contexto más contemporáneo y, al mismo tiempo, orientarlo para que comprenda de dónde viene, además de tener presente las cosas que quiero que sean diferentes para él, sin descuidar mis ambiciones profesionales, es complejo. Pero ser madre me ha ayudado a tener claro que debo y quiero hacer las cosas bien porque hay una persona pequeña que está observando y aprendiendo con cada cosa que hago.

MIL me ha ayudado a comprender la importancia de la cultura andina, de la medicina ancestral, del idioma quechua y de su permanencia en el tiempo. Quiero transmitir a mi hijo y a todos los niños que viven en estas comunidades vecinas, lo valiosa y rica que es nuestra  cultura.

Las Warmi tejen y tiñen la lana