Dining Room en Valencia estrena nuevo menú y sus crocantes están mejor que nunca
De la propuesta que ofrece Frank Parada, chef de Dinnig Room, restaurante localizado en Guataparo, Valencia, destaca la valorización y el buen uso de la despensa nacional, el correcto aprovechamiento de los ingredientes y los sabores que florecen a través de la curiosidad de este merideño, a quien la abuela le despertó la curiosidad por la cocina, sus procesos e ingredientes, "muy poco a poco pues ella disfrutaba cocinar sola", dice
La fascinación por la cocina lo llevó por buena escuela: trabajó en Santo Bokado, con el chef Beto Puerta, en Caracas; antes de viajar a Lima para integrarse a la brigada de Juan Luis Martínez, el venezolano que encanta en Lima con Mérito, Clon, Demo y el resto de sus propuestas.
De regreso al país eligió Valencia para ofrecer un trabajo impecable en sociedad con Sofía Cardenas Branger y Jonathan Faría Alves, pareja interesada en la excelencia, la calidad y el detalle.
Aplomado y sobrio a Paradas no se le dan ni el show ni el alboroto pero, desde su sonrisa tímida, su personalidad se revela en los platos que prepara para su cocina mestiza, exigente en investigación, en el uso de la despensa nacional y en la incorporación y aprovechamiento de productos del Amazonas.
UNA JOYA ESCONDIDA
De la movida gastronómica caraqueña se habla en toda Venezuela, no así de la que ofrece el interior del país, dónde hay joyas que merecen ser compartidas para que dejen de ser secretos locales y despierten el interés para conocer y saborear propuestas de otras ciudades.
Dining Room es un buen ejemplo. Cómo un speakeasy aparece después de recorrer el área que ocupa Coffee Market, pastelería, panadería y bodegón que ofrece una oferta bien chévere de productos. A la izquierda y al fondo del local una puerta conduce a su sobrio salón comedor, con una maravillosa y cálida luz natural y una maravillosa terraza al aire libre que invitan a vivir una experiencia diferente, donde el buen comer y beber son la prioridad.
Su propuesta aborda el mestizaje culinario de una forma muy distinta a como lo entendemos en el país. No habla de una gastronomía relacionada con la conquista española pero sí rinde homenaje a las colonias que han llegado a lo largo del tiempo al Venezuela y han influenciado su cocina.
En esta sala las opciones salen del “más de lo mismo” que se ofrece en Valencia, lo que se agradece profundamente. Destaca el compromiso con el aprovechamiento del producto: lo que queda de la paleta de un buen cordero, por ejemplo, se utiliza para hacer hamburguesas casuales.
La experiencia gastronómica se complementa con el talento del sommelier Pasqual Lampariello, responsable de las armonías del menú de Paradas, y de la maravillosa carta de bebidas sin alcohol, “aguas frescas” incluidas.
La vajilla fue elaborada por el estudio merideño Mikú -taller de cerámica famoso en Venezuela, responsable de la elaboración de los platos que se utilizan en el servicio de muchos restaurantes importantes del país; el diseño del espacio estuvo a cargo de Fran Beaufrand quien, junto con Sandy Jelambi, recreó una biblioteca monocromática de objetos curiosos y un mobiliario minimalista de muy buen gusto y en la terraza sorprende el paisajismo, que invita a tomarse unos tragos al aire libre.
Este espacio es valioso por varias razones: no solo cuenta con un gran cocinero al que le dejan ser y hacer, sino con socios como los suyos: Sofía Cárdenas Branger y Jonathan Faría Alves, este último tercera generación de familia portuguesa, el disruptivo de la familia, siempre interesado en ofrecer opciones diferentes y de calidad nivel a la sociedad valenciana, como Living Room, considerada la mejor discoteca que tuvo la capital carabobeña.
¿QUÉ COMER?
Dining Room ofrece menú degustación o a la carta. Para los entusiastas del primero, éste merece la prueba. Pero también es recomendable pedir a la carta por su oferta de comfort food.
Es importante destacar la forma como Frank maneja cereales y tubérculos para transformarlos en crujientes y en purés, excelentes guarniciones que acompañaron mucho de lo que probé el día que los visité.
El pan de bienvenida, elaborado con mapuey morado amazónico y jojoto tierno con mantequilla aliñada con polvo deshidratado de ají es espectacular.
Bites de chicharrón con BBQ de piña y ají fermentado. Para quienes disfruten las texturas la coliflor steak es una delicia.
Frank es muy bueno trabajando los pescados y en esta temporada, el menú cuenta con varias preparaciones.
Esta propuesta culinaria revela un trabajo minucioso, de nivel y honesto, hecho con ganas de hacer las cosas bien, de escuchar al comensal, de entender y hacer entender sin imponer.
Aplausos para el trabajo del equipo de Dining Room, por la honestidad y buen gusto en la preparación de su cocina mestiza. Este lugar invita a agarrar carretera y viajar hasta Valencia para comer muy bien.
COORDENADAS PARA COMER EN LA MEJOR SALA DE VALENCIA
Urbanización Guataparo, edificio . Coffee Market, diagonal al antiguo *Living Room*, Valencia, Carabobo